Un lugar para compartir la hermosa experiencia de vivenciar el parto como un estado de entrega al Amor.


No hace falta aprender a parir. De hecho, no se puede aprender a hacerlo. No existen métodos o técnicas que deban dominarse para llegar a hacerlo bien. El parto es un instinto. El cuerpo sabe a la perfección qué es lo que tiene que hacer y cuando debe hacerlo. No se mejora con métodos y técnicas. Es más bien una cuestión de desaprender ciertos hábitos. En cualquier caso, siempre es recomendable estar bien informado sobre todo el proceso del parto que el cuerpo debe sufrir. También es conveniente poder echar mano de una serie de valiosas sugerencias cuando se acerca la hora de la verdad. Sugerencias que le ayudarán a que las contracciones sean más intensas, a soportar el dolor o a tener el parto en sus manos aún en el caso de que deba alumbrar en el hospital. Se trata de estar preparada mentalmente: hacer todo lo que esté a su alcance para que el parto, sea del tipo que sea, llegue a buen término. Sólo de esta manera se consigue que el parto sea totalmente seguro. La seguridad es primordial en un parto y el parto mas seguro es el que requiere el menor número posible de intervenciones médicas. Toda intervención médica conlleva algún tipo de riesgo tanto para la madre como para el hijo. Por esta razón, es preciso hacer todo lo posible para que el parto se desarrolle de la forma más espontánea y natural posible. Si esto no es viable, afortunadamente, hoy en día, siempre se puede recurrir a la asistencia médica para completar el parto de forma satisfactoria.

                                                          
(Beatrijs Smulders Y Mariel Croon)

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